Alvaro Santiago (Pintor Mexicano)

Parcodepalabras,pródigoensuobra

Álvaro nació el 30 de enero de 1953, en la ciudad de Oaxaca, Oaxaca. Fue el sexto hijo de Eufrosina Díaz García y Enrique Santiago Vásquez, ambos campesinos migrantes de Guadalupe Hidalgo —pueblo cercano a la ciudad de Oaxaca—, en busca de mejores condiciones de vida.
De sus padres hereda la destreza manual y el afán constructor y desde la infancia desarrolla una fecunda imaginación. A los 13 años ingresa a la Escuela de Bellas Artes, como alumno de Artes Plásticas. Durante dos años recibió la instrucción para desarrollar sus habilidades latentes. Bocetó cientos de dibujos y de tanto ejercitarse intensificó su percepción visual, manejó con destreza la línea y entendió el movimiento, los contrastes y los volúmenes de la forma. Entonces reafirmó su vocación. Se torna parco de palabras aunque pródigo en su obra. Nunca pierde su objetivo, nada lo desvía.
En los años setenta en la ciudad de Oaxaca había una gran efervescencia de actividad política estudiantil y Álvaro no fue ajeno a ella. Su obra abordará entonces esta temática y Santiago comenzó a desarrollar un estilo propio, si bien muy influido por los grandes muralistas, principalmente por la obra de David Alfaro Siqueiros, tiene un carácter propio.
En 1975, ingresa a la Escuela Nacional de Artes Plásticas La Esmeralda, en la Ciudad de México.
En 1977 Álvaro se incorporó a la planta docente del Instituto Tecnológico Regional del Istmo, en Juchitán, Oaxaca, en donde vivió hasta 1979. En este instituto pintó su primer mural, Sufrimientos, de 19 m2. La que él considera como su verdadero comienzo fue la Exposición de Obras Recientes Sufrimientos de Álvaro Santiago Díaz, que primero se realizó en Juchitán, y después en la Fundación Cultural Miguel Cabrera-Fonapas 2 y en la Alianza Francesa, en Oaxaca, Oax., en 1978.
En 1979 se trasladó a la ciudad de Puebla, al Instituto Tecnológico Regional de Puebla en donde comienza a pintar su segundo mural, que terminó en 1980, titulado La cultura ante la deshumanización técnica, de 52 m2. A la par expone individualmente en la Galería Ger-Art, en Puebla, Puebla.
Al año siguiente, en 1981, pinta el mural Tecnología y ciencia de México, de 100 m2, en el Instituto Tecnológico de Saltillo, Coah. En 1982, participa en la Primera Bienal Rufino Tamayo, celebrada en la ciudad de Oaxaca, expone en la muestra colectiva del Taller Libre de Gráfica, en la Galería El Sol y La Luna y en la misma ciudad en Multibanco Comermex expone dibujos individualmente.
El año 1984 es muy prolífico para Álvaro Santiago, pues participa en varias exposiciones colectivas y expone individualmente en los Almacenes Nacionales de Depósito, S. A., en la Ciudad de México.
El siguiente año pinta el mural Tecnología y magia de la Huasteca, de 62 m2, en el Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, Tamaulipas. Los siguientes murales que ha pintado son Fragmentos de un parral, de 11 m2, en el Instituto Tecnológico de Parral, en Chihuahua, en 1995 La eternidad del día, de 14 m2, en el Instituto Tecnológico de Morelia, Michoacán, en 1996; Mitos y quebrantos, de 50 m2, en Saltillo, Coahuila, en 2003; El inicio de la pertenencia, de 20 m2., para el Edificio Administrativo de SARE, en el Distrito Federal, en 2004, y El prodigio del tiempo, de 300 x 530 cm, para el Instituto Tecnológico de Ensenada, en Baja California, en 2007.

















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